Comencé a correr el 23 de Agosto de 2009. Un domingo. Mi último día de vacaciones. Madrugando. Sin haber hecho deporte, de forma regular, antes,... 3,5 Kms en mi primera salida. Tardando una hora. Alternando caminar y trotar. Trote lastimero. Acabando con una sonrisa estúpida en los labios. Sintiendo ese cocktail de agujetas y endorfinas a partes iguales. Jadeando... Sudando,... Empecé a participar en mis primeras carreras populares. Cuando los 10 kms se quedaron cortos probé la media maratón. Mis pinitos en la maratón fueron discretos. Difícil compaginar planes de entrenamiento con el día a día. También corrí por montaña. Me gasté mucho dinero en gadgets. De los que no te hacen mejor corredor. Y al final, abandoné en un cajón. Mis joma “hispalis”, una camiseta y un pantalón me bastaban,... Unos años después, correr se ha convertido en una forma de vida. Desconecto del trabajo, de la rutina y del estrés. Cada vez me importan menos las marcas. Cada vez participo en menos carreras. Cada día soy más lento. Cada día me siento mejor.