Tengo 52 años. Después de una vida jugando al futbol y practicando otros deportes comencé a correr cuando mi hija se dedicó a practicar el atletismo. Poco después empecé a correr carreras de cinco, diez kilómetros y alguna media maratón. Descubrí los campeonatos de veteranos en pista y como la velocidad siempre se me había dado bien comencé a participar en ellos. Las lesiones han frenado mi ímpetu y dedicación pero he seguido acudiendo a ellos. También me propuse un reto y lo conseguí. Acabamos la maratón de San Sebastián mi hija justo con 18 años y yo. Fue un gran alegría y muy emocionante. Todo ello compaginando mis horarios de trabajo a turnos y el cuidado de mis hijos, sobre todo cuando han sido pequeños, lo complican un poco. Pero siempre encuentro algún reto. Y eso me hace continuar corriendo.